Napoleón y yo, el emperador en sus días finales



Las producciones cinematográficas sobre grandes personajes del pasado suelen estar llenas de datos que ya conocemos, sin embargo, algunas cintas nos muestras lados desconocidos, o poco explorados de los héroes y antihéroes del pasado.

En “Napoleón y yo”, un viejo y ya desterrado Napoleón Bonaparte llega a la isla de Elba para pasar ahí sus últimos días en la tierra. Todos están alegres de su llegada, menos un joven de ideas revolucionarias que ve en Napoleón la imagen de todo lo que detesta de un sistema de gobierno que es el culpable de la muerte de miles de jóvenes además de engañar a la gente para sacar provecho propio, tal como la gloria personal.

Martino Papucci es el nombre de ese joven que desea matar al emperador capturado y para ello aprovecha el que se le haya ofrecido un puesto de escribano de Bonaparte. Una oportunidad que el joven ve propicia para cumplir su delito soñado. Sin embargo, con el pasar de la relación entre ambos, la mirada vieja de Napoleón detecta cierto rasgo particular en su ayudante, que además sigue tratando de luchar contra el viejo que le parece un tirano.

Se trata de una película que, en tono de comedia, nos muestra los dos lados de la vida, el del ímpetu y el de la experiencia. Toda una forma divertida de ver los últimos días de unos de los grandes personajes de la historia mundial.

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